Las cortinas cumplen un papel fundamental en
cualquier ambiente. Una de sus funciones es impedir que miradas extrañas
provenientes del exterior espíen nuestro hogar por dentro. Otra, es regular el
ingreso de la luz solar. En una cálida mañana primaveral podríamos abrir las
cortinas de la habitación para dejar pasar la luz natural pero a la hora de la
siesta, tal vez prefiramos cerrarlas.
Las cortinas son grandes aliadas que se adaptan
fácilmente a los cambios que pueden haber en nuestra casa.
Modelos y tamaños de cortinas existen en
abundancia en el mercado. Dependiendo del tipo de tela, su trama, sus colores y
resistencia a los rayos solares, será su costo.
Hay telas que presentan buena resistencia a la implacable
acción solar pero otras no. Estas últimas serán menos duraderas, porque
perderán poco a poco sus colores originales y se opacarán. Surgirá entonces la
necesidad de reemplazar o cambiar nuestras cortinas para no perder la armonía
en la decoración.
En caso de querer confeccionar un juego de
cortinas a nuestro gusto y por nuestra propia cuenta, no debemos olvidar que la
elección de la tela es el aspecto más importante. Si bien, podríamos
encontrarnos con una enorme diversidad de telas, debemos recordar que no todas
son adecuadas para cortinas.
En esta etapa es importante asesorarnos
adecuadamente de manera de escoger el mejor material acorde a las necesidades.
No hay que dudar en pedir consejos a profesionales o aficionados.
Una cortina abierta, enriquece discretamente la
decoración de un ambiente, ya que gracias a sus delicados pliegos permite
apreciar de una bella vista hacia un jardín o un bonito paisaje. Por otra parte
una cortina cerrada, desplegada en toda la longitud de la barra protege el interior
y aporta color al espacio.
No hay excusa para no buscar un buen juego de
cortinas ya que sus beneficios son abundantes y desde el punto de vista
decorativo constituyen un gran aporte.