Pintar una pared de un ambiente de un color
distinto al resto es un recurso muy conocido y usado
en decoración. Pero a veces es bueno saber que no podemos pintar la
pared de cualquier color, sino que es necesario prestar atención de cuál es la
tonalidad adecuada para el lugar.
Comúnmente se pinta de un color distinto una
pared para destacar un rincón, algún mueble, es muy común usar otro color en la
cabecera de la cama en el dormitiorio, al final del pasillo, o una pared
importante de la sala. Pero siempre debes tener en cuenta algunos puntos.
Pintar de un color oscuro genera
un efecto de profundidad en la pared pintada, lo que es conveniente para crear
algún efecto visual.
Pintar de un color claro mantiene
la luminosidad en el ambiente. Es útil para evitar que ciertas zonas sin
iluminación no luzcan ensombrecidas.
Pintar de un color intenso
otorga dinamismo y jovialidad a cualquier espacio, el cual suele acompañarse de
colores neutros en el resto de las paredes: blanco, perla o gris.
Pintar de un color similar al
resto de las demás, creará un sutil efecto, sin que el contraste sea tan
marcado.
No solamente puedes usar
pintura, también el empapelado es una muy buena idea para destacar
una pared en especial, haciendo que tu espacio se vea diferente.
Fuente:
Pintomicasa
Imágenes
de Benjamin Moore