Para ponernos de acuerdo, podríamos decir que el calabaza es una
tonalidad naranja que se inclina levemente al marrón. No se trata de un
naranja vibrante, más bien de un color apagado que aporta vitalidad a los ambientes pero sin provocar fatiga visual.
Si te has decidido por el color naranja pero temes a que quede muy
fuerte o “chillón”, el calabaza es el indicado. Es por eso que es
especial para destacar una pared de cualquier ambiente.
Muy buena alternativa para el comedor creando un espacio cálido y acogedor. Para el salón puede lucir muy bien combinado con tonalidades naturales
como el beige y el chocolate. En realidad es apto para cualquier
ambiente, incluso los dormitorios pueden vestir naranja en su justa
medida y combinado con los colores adecuados.
¿Con qué combina el color calabaza?
Como decía más arriba va muy bien con el beige y el chocolate, y toda
la gama de las tonalidades naturales, desde el blanco roto… pasando por
el arena, camel, almendra, beige, tierra… hasta llegar a los marrones
más oscuros, e incluso el negro.
Combinado con blanco se crean espacios más luminosos y activos, especialmente si deseamos favorecer a la iluminación natural
y artificial. Esto es necesario en ambientes donde se realizan tareas
que requieren de luz, como por ejemplo en la cocina o en una oficina. A
esta dupla se le puede sumar elementos en gris que le dará un toque
moderno.
Fuente: Pintomicasa.com